sábado, 30 de enero de 2010

Culpable

Este año tengo la idea de no decir no. El deseo de complacer a mi cuerpo, mis sueños y mis más bajos instintos. Entre estos el deseo de escribir. Durante mucho tiempo (para ser precisa 6 años) vengo oyendo problemas de la mara, pero a mí nadie me escucha. Por eso ando atorado en la garganta tantas voces.
He visto historias que fácilmente se deslizarían desde mi pensamiento hasta el papel, pero no lo he hecho por comodidad, por los placeres de la ociosidad, porque... y podría enlistar más razones, pero francamente sería darme cuerda pudiéndolo resumir en un solo adjetivo: culpable.
Culpable de ser del montón, culpable de ser haragana, culpable de no decir lo que me corresponde.
Culpable.
Por eso retomamos esto, porque tengo buenas historias que van a sonarles, a retumbarle, a tronar en sus oídos. Así que los culpables serán aquellos que no logren identificarse.