lunes, 16 de septiembre de 2013

Respire a base de un "click".

Hablaba un día de estos con Karla. Ella fue una alumna a la que le tomé un inmenso cariño y, después del ciclo que nos tocó  compartir como docente y alumna, nos hicimos amigas. Ha tenido a bien, compartir conmigo algunos fragmentos de su vida. En uno de ellos estaba involucrado el corazón.
En ese pedazo de historia hubo alguien que se le anudó cerquita a su corazoncito, pero no pudo ser. Esta persona lo que hizo (seguro en un arranque de olvidar todo lo que la recordaba) la aisló de su ciber-mundo. Es decir, la bloqueó o eliminó de las redes en donde se conectaban. Me sonaba familiar.
Como espíritu que se desdobla, me vi desde afuera. Esa es mi táctica: eliminar, bloquear, borrar.
Escuchando a esta niña, comenzó a explayarse en mí un sentimiento de vergüenza. Ese simple acto (ajeno) me estaba poniendo en evidencia. Yo le decía: "Pero es ridículo que te trate de "borrar" de una manera tan infantil", o algo así.
Realmente, me lo estaba diciendo a mí: "Kelly, es ridículo que tratés de convencerte que ese acto te coloca en un plano superior al otro". Esa tarde lo decidí. Ingresé a mi perfil en las redes sociales y me fui al tema de "Bloqueos", vi la lista de las personas que estaban, repasé las razones por las que había resuelto ponerlas ahí, lloré (dentro de ellos estaba el hombre con el que había hecho planes para construir una familia), uno por uno apreté el botón de "desbloqueo" y fui sintiendo un pequeño alivio en cada "click" que escuchaba. Al final, vi mi lista vacía y me dije: "Muy bien, ya pasó, si te buscan, te encontrarán; pero ya no soy la misma".
¿Las/os aceptaré? No sé, pero por lo menos estoy segura de que como café instantáneo todo lo que se anidaba en mí se ha disuelto. Se acabó.
Ahora, me quedaban pendientes estas palabras. Se lo prometí a otra persona especial que necesita darle click de ciertos "desbloqueo" y comenzar a respira.
Ardilla.

miércoles, 10 de julio de 2013

Día seis: caminar

Si algo he llegado a amar es a Neo.
En la película "28 días" con Sandra Bullock se recomendaba que para tener una relación primero se tuviera una planta, al año una mascota. Si al cabo de dos años ambos están vivos, se puede comenzar una relación.
Ahora bien, la planta [una orquídea hermosa] murió al año, pero Neo es otra historia.
Neo llegó a mi vida por petición de las redes. Apareció para darme una gran lección sobre la disciplina, la educación y el amor.
Sobre la primera: disciplina es sobre lo que viene esta entrada. El entrenador me dijo: "Debe sacarlo todos los días". Pues cada día (si no conmigo, es con Danny -mi hermano-) él sale a caminar.
Nosotros, sobre todo yo, salgo a despejarme. Caminar es una de las actividades que me despejan, me dan un nuevo aire y de paso hacen que mis crisis ansiosas desaparezcan. Ya no pienso en ese tema que me tenía dando vuelta en el mismo punto. No. Pienso en él, en Neo.
Además, caminar es una de las actividades que más conservan tu salud.
Encontré por ahí lo siguiente: "Según la mayoría de los estudios, los beneficios corporales de realizar una caminata diaria de 30 minutos se traducen en beneficios cardiovasculares en cuanto a una menor frecuencia de infartos de miocardio, diabetes del adulto, accidentes cerebrovasculares e hipertensión arterial.
La actividad física moderada ha mostrado beneficios en la osteoporosis, la artritis, las caídas en los ancianos, y también efectos sobre el peso y los lípidos aunque más modestos. Además, es buena para la mente, ya que hay cierta evidencia de que el ejercicio moderado ayudaría en la depresión y en ciertos estados de ansiedad".  Tomado de: http://www.lineaysalud.com/ejercicios/45-los-beneficios-de-caminar.html . Así que, la recomendación es caminar y no detenerse. La ansiedad no va a detenerme.

Día cinco: la ropa

Es necesario que el cuerpo esté ocupado, sobre todo, en los episodios de ansiedad. Recuerden eso. Ahora voy con la ropa. Esta actividad suele distraer sin problema.
No me refiero a las comprar, me refiero a lavar. Tampoco estoy hablando a que usted simplemente la coloque en la lavadora. Hablo del hecho de usar: agua, jabón y mano. Ser usted la lavadora, a la vieja usanza. Lave, lave. No olvide colocar un radio cerca con la música que sea lo suficientemente "movida" para acompañar esta actividad.
Debo recordar que las prendan más pequeñas (ropa interior, siendo específica) requieren de un esfuerzo mayor y meticulosidad. Además, sin darme cuenta, hubo una cantidad acumulada que me permitió pasar por espacio de 3 horas lo bastante ocupada como para olvidar qué me tenía tan angustiada.

viernes, 5 de julio de 2013

Día cuatro: amigas

Viernes 05 de julio.
Tengo varios círculos de amigas, unas con más tiempo que otras, con historias distintas. Hoy me reuní con un de esos círculos que me hacen sentir tan bien. En él cuento con Alma, Wendy, Patty, Xiomara, Odila, Rocío y Sofi. Mujeres hechas y derechas que siempre me alimentan el espíritu.
Quiero hablar de la última: Sofi. A esta mujer en los 19 años que tengo de conocerla, NUNCA la he visto con una lágrima en sus mejillas que no sea de felicidad, la he visto sonreír más de lo que una humana puede hacerlo. Hoy me lo recordó.
Está pasando un momento de salud difícil y dijo una de las frases que marcó el momento: "Esto no me va a vencer". Poderosas palabras que se convierte, a partir de este momento, en un mantra. Platica como siempre, sonríe como siempre, "chabacanea" como siempre.
Si usted tiene a una Sofía cerca, véase con ella. Deben platicar. La ansiedad necesita redes potentes que le den soporte. Además, las otras son excepcionales componentes de esa misma red que me recuerda que en un proceso como este, en el que estás tratando de controlar la ansiedad, son necesarios. No les dije nada de esto (excepto a Sofi) pero me ayuda mucho escucharlas.
Sé que si necesito platicar, estarán ahí.
Mi recomendación número 5 será: activen sus redes. Estas pueden darle el empuje que les falta.
Gracias Sofi, aunque no estemos ni siquiera en el mismo país.

jueves, 4 de julio de 2013

Día tres: colitis

Hoy les quedaré debiendo una actividad exclusiva, pues parece que mi cuerpo entiende que puedo relajarme y se desconecta. Me enfermé.
La colitis nerviosa de la que padezco se presentó y me mantuvo en cama todo el día. Me consentí, es decir, dejé todo lo que había planificado hacer y me dediqué a dormir, comer y hacer cuanto remedio casero se me ocurrió: tomé té, coloqué compresas con agua tibia en el vientre, tomé fibra y así hasta que se dieron las 7 pm y tuve que ir al turno en la radio. Ya estoy mejor. 
Fue un día con un episodio de ansiedad grande combinado con dolor de colon. Logré descansar, esa es la ventaja.

Día dos: cuentas.

Este segundo día coincidió con el plazo de cancelación de un par de recibos.
Después de mi consabida caminata de una hora con Neo, logré pasar las notas de mis alumnos a la red y me dediqué durante la tarde a cobrar y cancelar deudas.
Tener una actividad que implique "hacer números" siempre ayuda. De paso, se conocer cómo anda el presupuesto. Importante es que durante la jornada no falte la música. No estoy escribiendo "la buena música", escribo "la música". Es buena compañía.
En el trayecto no dejé el libro que tengo pendiente de leer. Avancé 12 páginas de 800 o 900 que son.
Haga números, eso sirve. 

Diario de una ansiosa

02 de julio de 2013
6:17 pm
Mi nombre es Kelly Iraheta, tengo 34 años y soy una persona ansiosa. Que quede claro algo: la ansiedad no se cura, se controla. Así que he pensado que puedo compartirles actividades que puedan ayudar a cualquiera a distraerse para que los episodios pasen.
Compartiré lo que yo hago, si le sirve, adelante.
En el 1er día bajé la intensidad en las redes sociales, estas no me ayudan mucho. Tanto facebook como twitter hacen que me altere. Es difícil para mí no estar consultando la computadora, el celular o cualquier aparato que pueda conectarme.
Antes me mordía las uñas, ahora no paso de estar viendo redes. Tanto así, que establecí relaciones en las redes sociales (de amistad y “romance”) que no fructificaron, como era de esperarse; pues, como todo lo que sucede en la internet es efímero. Así que vamos bajando la intensidad y la necesidad de estar en la Matriz. Veremos qué sucede.
Comencemos, pues.
Hoy (02 de julio) descansé, ayer tuve una jornada matadora de calificación. En resumen fueron cerca de 270 ejercicios que calificar, comencé a las 9 pm y terminé a las 2 pm del 1 de julio. Solamente había dormido una hora.  A las 3 me fui a la universidad, la clase era a las 5:30 pm, pero el tráfico es pesado por las construcciones del boulevard. Llegué a las 5:15 pm, corrí a sacar copias, entré al parcial, salí 6:55 pm y corrí pues el turno en la radio era a las 7:30. Llegué 7:33 pm, salí a las 12 de la noche y vine acá a las 12:20. Este martes me dormí hasta las 11: 30 am.
Califiqué durante el turno, eso me controló. No consulté redes y puede descansar.


Kelly

miércoles, 22 de mayo de 2013

Tengo una duda


En esta vorágine de personas andamos buscando siempre. Esa necesidad del ser humano de estar dentro y pertenecer a algo. Bien dijo Julio: "Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos. Oh Maga, en cada mujer parecida a vos se agolpaba como un silencio ensordecedor, una pausa filosa y cristalina que acababa por derrumbarse tristemente, como un paraguas mojado que se cierra." Ahora, la pregunta del millón, ¿realmente están los hombres listos para encontrar las mujeres que circulamos hoy?
Porque ya no tenemos dentro de nuestro currículum “cocinar”, “planchar”, “cuidar niños/as”. Muchas ya no tenemos como prioridad ser amas de casa, nos interesa la libertad, la intelectualidad. Amamos nuestra carrera y departir con amigos. En lo particular, deseo mucho más ser yo misma antes que ser “de” alguien. Las mujeres que me rodean ya no son la Susanita de Quino que paren a diestra y siniestra (según lo que Dios me dé). Ya no.
La ciencia, la historia, las leyes nos han absuelto de seguir patrones que ya no casan con nosotras. Nos permiten decidir qué hacer y que no. Por eso, al próximo que venga podré preguntarle: ¿Estás seguro? Porque aunque las aves vuelan en bandada el vuelo siempre es personal.

martes, 5 de marzo de 2013

Las segundas vueltas

Las segundas partes siempre son malas. Siempre.
Por ejemplo, la segunda vez que vas a un restaurante ya sabés cuál es su especialidad, conocés a los meseros, ya sabés dónde queda. Si algo salió bien o mal, ya los sabés.
Cuando comprás un shampoo, por segunda vez, el efecto ya no es el mismo. Así también si le echás agua, ya no, ya no sirve.
Otro ejemplo sería que la segunda vez que te colocás ese par de zapatos (que te dañaron los pies) lo volverán a hacer hasta que te sintás bien. Cuesta, ya sabés a qué te enfrentás.
Puedo seguir. Con una dirección pasa igual. Vas la primera vez y te perdés. En la segunda, sabés llegar, ya la conocés. Es fácil. Sucede muchas veces que en la primera sentís largo el trayecto, pero en el segundo recorrido te das cuenta que no era tan largo como lo percibiste, era más sencillo. Ya lo sabés.
¿Va quedando claro mi punto? Siempre, la segunda vez es mala. Así como la primera no se olvida, la segunda debería de estar prohibida
En el cine se da seguido. Fórmulas cinematográficas buenas cuya segunda parte es mala o películas malas que reivindican su malograda trama en la segunda vez. Me da miedo nombrar las que han sido así de pésimas porque sería revelar que las vi. Así dejémoslo.
Mi idea es que todo esto, que por segunda ocasión sucede; pierde magia, misterio, secreto. Aplica exactamente para las relaciones. Las segundas veces deberían ser prohibidas. Ya sabemos el final. No me digan que "Algo queda", "que donde hubo fuego, cenizas quedan"; porque de igual manera quedó una roncha no supurada. Nadie puede decir que se termina "En buenos términos". El único buen términos es que NO FUNCIONAN JUNTOS.
Los ex son eso: una historia pasada. Regresar sería muy parecido a ver "Sexto sentido" por segunda vez, ya sabés que Bruce está muerto. Ya no impacta.