jueves, 6 de marzo de 2008

CERRANDO CÍRCULOS


Hablando uno de estos días con una colega sobre el tema me asaltó una duda: ¿será que realmente cerramos círculos? porque si a esas vamos, yo aún guardo, por ejemplo, la carta que mi gran amor me escribió (y fue en 1994) todavía tengo el listón que Cristian, el primo de Luis "La Bestia", colocó en mi cabello; porque dicho sea de paso, él jamás había tenido un detalle conmigo.
Mantengo la correspondencia que la Marcia y yo con tanto esmero nos dedicábamos en el colegio, cuando estábamos en octavo grado. Tengo los dibujos que Carmen, quien ahora es arquitecta, me regalaba cuando apenas rozábamos los 11 años. Conservo envolturas de dulces y les puedo decir quién me los dio.
Creo que dentro de todo esto no hay círculos inconclusos, al contrario, hay círculos vivos, llenos de risas, de lágrimas, de confesiones, de amor.
Me avocaría a mi estimado compadre René, que es sicólogo, para preguntarle si no estaré cerrando círculos, pero es que siento que si suelto estas cosas se me va la memoria y si a algo le tengo miedo es a olvidar lo importante, a cerrar círculos en el limbo (que no existe por cierto, es una mera teoría) por eso me quedo mejor con esto, con lo que me hace sonreir de vez en cuando, si no estoy cerrando nada pues ni modo.
Lo importante no es lo que guardo en el garage, es lo que tengo en un pequeño cofre que está bajo mi cama, que me hace volver a donde fue, a donde estuve y a quienes estuvieron.

1 comentario:

bea dijo...

eeee.... ke puedo opinar? mas ke es cierto... es dificil cerrar circulos, por buenos o malos ke sean... son los ke te hacen crecer y ser la persona ke eres en el presente! lo importante es aprender de ellos!
te kiero mucho mi ex colocha... :D